Entrevista exclusiva – Domaine Vin Jongieux, Enólogo del Año 2021 Guía Hachette

“Hacer buen vino es un poco como contar un buen chiste: se necesita tiempo, paciencia y, sobre todo, no exagerar.”
— Chantal Bernard

¿Cuál es el lugar de la Jacquère entre sus otros vinos blancos?

Al principio nos sorprendió ser reconocidos por Jacquère, pero estamos muy contentos. Lo elaboramos en la más pura tradición, sin fermentación maloláctica, para mantener su efervescencia y frescura. Es un vino "para saciar la sed", ¡y no es un término peyorativo! Solo tiene 11° de alcohol, como los vinos que hacía mi padre Francis. Su bajo contenido alcohólico es hoy muy buscado. Nuestro Jongieux Blanc es muy ligero, a diferencia de nuestras roussettes.

Un favorito también para su roussette: ¿cómo logran ese nivel de excelencia?

Nada extraordinario, ¡solo una suma de pequeños detalles! Deshojamos todas nuestras vides, despuntamos, hacemos vendimia en verde, cosechamos a mano y seleccionamos mucho. Tenemos la suerte de contar con viñas muy viejas en uno de los mejores terroirs de Saboya. Es el territorio lo que hace todo. Se reconoce una roussette de Marestel por sus notas de uva confitada y sus aromas a miel. Son las morrenas glaciares que descansan sobre rocas calizas friables las que le dan ese sabor.

¿Su certificación HVE es un paso hacia la agricultura ecológica?

No necesariamente. Puedes ser ecológico y tus viñas pueden parecer un desierto. Para nosotros, lo que importa son los suelos vivos, sin desherbar y llenos de nitrógeno que dan vinos con sabores honestos. No soporto los vinos que "apestan." Me recuerdan a los vinos de mi abuelo que olían a estiércol. Fui a la escuela para aprender a hacer buenos vinos sin sabores falsos ni verdeos. Cuando me dicen que mi Mondeuse no es suficientemente 'áspera', lo tomo como un cumplido. Hacemos todo para obtener vinos finos y afrutados. Para nuestros Gamays, usamos una maceración semi-carbónica como en Beaujolais que realza la fruta roja.

¿Proyectos?

Principalmente no crecer, sino seguir mejorando nuestros vinos. Nunca estoy satisfecha con lo que hago, siempre me hago mil preguntas. En las ferias, pruebo los vinos de mis vecinos y los interrogo. El futuro es Antoine. Formamos un trío. Él nos ayuda a tomar decisiones. Jean-Pierre me reprocha ser obsesiva con la selección y me recuerda que no estamos en Petrus. De todos modos, desde que Antoine está con nosotros, hemos recibido 3 favoritos. No es casualidad.